Testimonio de una mente de un niño que tiene un trastorno generalizado del desarrollo. (TGD)
Hola soy yo. Tengo 13 años y si me ves por la
calle, no soy distinto. Si te acercas a mi verás que hablo un poco distinto al
resto de los niños. Me dicen que tengo voz de niño más pequeño. Empecé a hablar
con cinco años. Me cuesta todavía mucho pronunciar y mi logopeda me
está ayudando a pronunciar la letra “L” y muchas más.
Nací en primavera,
cerca del cambio de hora, y mis padres se pusieron contentos. Todo era perfecto
hasta que en la guardería con 15 meses comenzaron a ver que algo ocurría, no me
acercaba a los niños y no me gustaba jugar como ellos. Unos meses después, me
puse malito y me ingresaron en el hospital por una neumonía. Cómo estuve allí
tres semanas, me tuvieron que ver muchos pediatras que me curaron
pero, una pediatra con cara amable, les dijo a mis padres que me notaba algo
distinto. No miraba a los ojos y casi no me comunicaba.
Esa neumonía pasó y me fui a casa, pero papá y
mamá volvieron a ver a esa pediatra. En su consulta, les dijo a mis padres que
tenía que ir al neurólogo y que debía de acudir a Logopedia y a un psicólogo
infantil. Tenía dos años y allí empezó la historia, decidí esconderme y no
mirar. ¿por qué?
Quiero que me conozcas, no es
tan difícil, pregúntame. Soy un poco tímido aunque creas que estoy inmerso en
mi mundo interior trato de observar todo lo que sucede cerca de mí. Sabes, en
casa cuando mis padres hablan muchas veces estoy en mi habitación y ellos
hablan, y de repente charlan de algo que me inquieta o que me interesa y voy
corriendo hacía a ellos e intervengo. Si estas a mi lado, y no tratas de sacar
de mí algo que me motive, me encerraré en mí mismo. Sabes soy un poco como tú
que te pones un muro para que no te traspasen y te hagan daño. Trato de
protegerme de los demás. Que tenga dificultad de comunicación o de
socialización no quiere decir que no sienta, o que no me dé cuenta de lo que
sucede a mi alrededor. Soy intuitivo y capto tus sentimientos.
A pesar de mi dificultad, tengo alguna
cualidad. Si me gusta saber dónde están los países y sus capitales, junto con
sus banderas, ¿Por qué no voy a aprender conocimiento del medio? O si desde que
estaba en infantil contaba hasta 1.000 ¿por qué no voy a seguir contando y
sumando o multiplicando o incluso, dividiendo? Sabes cronometro el tiempo y sé
en todo momento, el tiempo que pasas a mi lado, y ahora soy capaz de
contar esos momentos.
Sigo teniendo manías y una de ellas son las
letras mayúsculas, pero si te esfuerzas y me pones una hoja al lado, con letra
de caligrafía y en minúsculas, yo voy y copio en minúsculas. Es más fácil de lo
que parece lograr cosas conmigo sólo tienes que conocerme, sonreírme y
tenderme la mano.